No siento que yo eligiera este camino sino más bien siento que el camino me eligió a mí.
Desde muy temprano, mi interés por la etimología de las palabras, su raíz (origen) señaló ya una dirección (instintiva) muy concreta y cuando transité mi pubertad, descubrí en la Filosofía y en sus grandes pensadores una resonancia interna y un modo de articular y pensar la Imago Mundi hasta entonces desconocido para mí.
Encontré en los textos filosóficos el desarrollo de una mirada progresivamente crítica en dónde las cosmovisiones, teorías, postulados se entrelazaban llegando a ser contradictorios, paradójicos y sólo asumibles (al mismo tiempo) en tanto ejercicio dialéctico. Como praxis, el redescubrimiento de las escuelas helenísticas como primera aproximación, ya desde la Grecia Antigua, al arte de vivir práctico τεχνη του βιου (techné tou biou) sentando algunas bases de lo que actualmente conocemos en Occidente como autoayuda. En esta interpretación, la filosofía como medicina para el Alma y cómo búsqueda de conocimiento de nuestro ser.
Más adelante, terminaría por iniciar mis estudios en Filosofía por la UB. La pregunta filosófica no ha dejado de acompañarme. Aprender a dudar sin demanda de respuesta determinada, formular preguntas que inciten a observar las cosas desde otros prismas, aplicar la epojé griega de forma que la suspensión de nuestro juicio (sin prejuicios) permita a nuestra consciencia no identificarse me parecen algunas de las herramientas valiosísimas que la filosofía nos regala a la hora de iniciar un acompañamiento terapéutico.
Pero, paralelamente al ejercicio filosófico, empecé a darme cuenta que, desde el énfasis de la mirada Occidental, existía un abismo innegable entre mi lógica racionalista y mi dimensión creativa y corporal.
Los vientos soplaron fuerte en 2012 y, a mis 26 años, el rumbó cambió hacia tierras que honraban el vacío fértil-creativo hallando en la Arteterapia otra(s) forma(s) de relacionarme conmigo misma y con mis propias danzas y ciclos de Vida/Muerte/Vida de un modo más fluido, menos dialogado internamente y más anclado en una experiencia material poderosa de sentirme sujeto-creador-presente.
En 2016, a mi regreso a España y todavía consciente de la gran desconexión que tenia con mi cuerpo (paradigma dualista), decidí aplicar para formarme en Bioenergética Integrativa en la Escuela Bioenergética Barcelona. Sin duda, esta formación marcó otro gran vórtice de inflexión personal y una paulatina reconciliación de un Ser y Estar en el Mundo más unitario reconociendo mi dimensión corporal y caracterológica. Terminados los distintos ciclos formativos en 2019, abrí un paréntesis necesario para la incorporación (hacía el interior del cuerpo) de todo lo experimentado (encarnado), habitado y transitado.
Simultáneamente, mi interés por la exploración de los sueños (a partir de empezar a recordarlos y escribirlos de forma continua en 2014) fue creciendo y el llamado me hizo ir a dar con una charla gratuita facilitada por Jordi Borràs de la Escuela Mondesomnis comenzando así una nueva andanza maravillosa y terminando por formarme en Integración de los Sueños.
Llegados a este punto quiero remarcar que todavía no existía una consciencia 100% segura de si entregarme al movimiento orgánico que se estaba desplegando (la dedicación y entrega completa a poner al servicio de otres las herramientas y saberes profundos que me han acompañado en mi travesía personal).
Si estás leyendo estas líneas, sabrás entonces a cuál Voz interna atendí y escuché y cómo he respondido al llamado.
Bajo mi experiencia particular y subjetiva, deseo hacer hincapié en la importancia de la relación terapéutica que se establece entre terapeuta/cliente (diálogo terapéutico) y que me resulta fundamental a la hora de iniciar cualquier proceso. Reconocernos, desde la humildad, que todes somos objeto de revisión delante de un otre. De ahí nace la alianza y la alquimia del Alma.
Porqué estar al servicio del cliente implica necesariamente una revisión constante y una limpieza del espejo. Porqué para despertar el poder que reside en ti (tu soberanía), tengo que reconocer la herida que también reside en mi (naturaleza de la condición humana).
Actualmente mi interés está centrado en proporcionar también una mirada somática y una aproximación desde el Embodiment Movement (2022).
Qué dice la gente
«Comenzar mi proceso terapéutico con Patri está siendo una experiencia reveladora. He encontrado un espacio seguro donde ser yo misma y sentirme sostenida.
Gracias a su enfoque terapéutico e integrativo estoy aprendiendo a escuchar mi cuerpo, reconciliarme con muchas partes de mi y crearme herramientas para estar más presente, atender y respetar mis procesos y necesidades»
Silvia. A
«És un plaer trobar persones com la Patricia amb tanta llum i dedicades a la seva feina d’una manera sens dubte vocacional i, sobretot, amb una gran disposició per entendre i ajudar als altres»
Mai. M
«Empezar y cerrar un proceso terapéutico con Patri fue un descubrimiento. Me dio muchas herramientas para conocerme y crear hábitos más saludables.
Desde entonces, soy más consciente y puedo cuidarme mejor»
Eneko. N